viernes, 30 de septiembre de 2011

Introduccion a los Atributos y Perfecciones de Dios

Serie: La Doctrina de Dios 4
Nota: Regresamos nuevamente con la Serie sobre la doctrina de Dios parte 4:
Tema: Introducción a los Atributos y Perfecciones de Dios
Introducción: El escribir sobre los atributos de un Dios infinito me ha resultado una tarea difícil. Sin embargo, ha sido muy edificante y esclarecedor. De los estudios más interesantes de la Biblia, los atributos de Dios son uno de los que no cesa de maravillarme y conmoverme. En las palabras del profeta Isaías notamos tan solo algunas expresiones que revelan a Dios como creador, proveedor, poderoso, sabio, soberano e inmutable. El profeta en Isaías 40:25-28 declara: ¿Con quién, entonces, me compararán ustedes? ¿Quién es igual a mí?", dice el Santo. Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas! ¿Por qué murmuras, Jacob? ¿Por qué refunfuñas, Israel: “Mi camino está escondido del Señor; mi Dios ignora mi derecho"? ¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable.” ¡Que impresionante!  De forma similar en el Hechos 17:14-15, el apóstol Pablo revela a Dios como el creador y el dador de la vida cuando declara: “El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él es Señor del cielo y de la tierra. No vive en templos construidos por hombres, ni se deja servir por manos humanas, como si necesitara de algo. Por el contrario, él es quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas.” Y el apóstol Juan revela a Dios Padre como el que “…tiene vida en sí mismo” (Juan 5:26) y en Apocalipsis 4:11 nos muestra la adoración que debemos declarar ante nuestro Dios: “Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas.” ¡Aleluya!
A continuación aclararé lo que son atributos y perfecciones, Dios, y algunas clasificaciones de atributos.


I - ATRIBUTOS Y PERFECCIONES
Los atributos son las infinitas perfecciones de su Ser divino que nos revelan quien y que es Dios. Una definición sencilla es lo que Dios ha revelado de algún modo como cierto con respecto a sí mismo.
“Los atributos de Dios son aquellas cualidades y perfecciones que pertenecen solo a la naturaleza divina. Estrictamente hablando, se hace una distinción entre atributos y perfecciones. Atributos son cualidades que los humanos le atribuyen a Dios de acuerdo con la idea que ellos tienen de Él. Las perfecciones son aquellas cualidades que pertenecen a la esencia divina, y las cuales Dios se aplica a sí mismo. Sin embargo en el lenguaje común, los términos se usan alternativamente.”1

II - DIOS
Definir a Dios no es sencillo. Sin embargo, cuando se trata de dar una definición cristiana de Dios, nuestro punto de partida debe ser la Biblia. Y sobre Dios la Biblia dice que: (1) Dios es amor (1Juan 4.8) (2) Dios es Espíritu (Juan 4.24), (3) Dios es Santo (Levíticos 11.44) y (4) Dios es Luz (1Juan 1.5).
Tomando la Biblia como referencia, consultando las definiciones de Dios que dan algunos documentos Cristianos históricos y contemporáneos, y mi propia investigación puedo concluir que Dios es el único viviente y verdadero, quien es infinito, espíritu purísimo, inmenso, eterno, incomprensible, todopoderoso, sabio, santo, absoluto que hace todas las cosas según el consejo de su propia voluntad, que es inmutable (no cambia) y justísimo para su propia gloria. Dios es suficiente en todo, en sí mismo y respecto a si mismo, no teniendo necesidad de ninguna de las criaturas que él ha hecho, ni derribando ninguna gloria de ellas sino que manifiesta su propia gloria en ellas, por ellas, hacia ellas, sobre ellas. El es la única fuente de todo ser, de quien, por quien, y para quien son todas las cosas, teniendo sobre ellas toda voluntad. Todas las cosas están abiertas y manifiestas delante de su vista, su conocimiento es infinito, infalible e independiente de toda criatura, de modo que para él no hay ninguna cosa dudosa. Es santísimo en todos sus consejos, en todas sus obras y en todos sus mandatos. A él son debidos todo culto, adoración, servicio, y obediencia que tenga a bien exigir de los ángeles, de los hombres y de toda criatura. (Juan 4:24; 5:28,29; Salmo 90:2; 115:3; 147:5; Éxodo 3:14; 1 Timoteo 1:17; Deuteronomio 4:15; 6:4; 16; Colosenses 8:4-6; Jeremías 10:10; Isaías 6:3; 48:12; Malaquías 3:6; 1 Reyes 8:27; Génesis 17:11).

Millard Erickson en su Teología Sistemática, p.291, afirma que:
Solo conocemos a Dios tal como se ha revelado a sí mismo. Aunque su auto-revelación es sin duda coherente con su naturaleza completa y precisa, no es una revelación exhaustiva. Es más, no entendemos totalmente o no conocemos exhaustivamente lo que nos ha revelado de sí mismo. Por lo tanto, hay siempre, y habrá, un elemento de misterio en lo que se refiere a Dios.”
El teólogo A.W. Tozer en su libro “The Knowledge of the Holy”, p.21, 51-52, declara:
Si un atributo es algo cierto de Dios, también es algo que podemos concebir como cierto acerca de él. Dios, siendo infinito, debe poseer atributos acerca de los cuales no podemos saber nada” Continúa escribiendo A.W. Tozer:
“En el terrible abismo del ser divino pueden yacer atributos de los cuales no sabemos nada y que no tienen ningún significado para nosotros, así como los atributos de misericordia y gracia no pueden tener ningún significado personal para los serafines o los querubines. Estos santos pueden saber de estas cualidades de Dios, pero son incapaces de sentirlas comprensivamente por el motivo de que no han pecado, y por lo tanto no provocan la misericordia y gracia de Dios. Así que puede haber, otros aspectos del ser esencial de Dios que no ha revelado aun a sus hijos redimidos e iluminados por el Espíritu”
El Dr. Harold L. Willmington al tratar el tema de los atributos señala lo siguiente:
Hay facetas escondidas de la naturaleza de Dios, totalmente desconocidas (y tal vez no conocibles) por todo ser creado, aun los ángeles. Hay cosas que solo las conoce Jehová Dios mismo. (Deuteronomio 29:29)”

III – CLASIFICACIÓN DE ATRIBUTOS
Los sistemas de clasificación se basan en el hecho de que algunos atributos son exclusivos de Dios; de ahí, las divisiones en incomunicables y comunicables (o sea, los atributos que Dios no “comunica” a otros y los que Dios nos “comunica”); inmanentes o intransitivas y emanantes o transitivas (o sea, los que solamente le permanece dentro de la propia naturaleza de Dios y los que proceden de la naturaleza de Dios y operan fuera de ella, afectando a la creación); constitutivos y personales; quiescentes y operativos; absolutos y relativos y así por el estilo.
En este ensayo no haré mención de los atributos relativos por cuestión de espacio, pero si discutiré y utilizaré la clasificación de atributos absolutos. Estos atributos absolutos incluyen aquellos que pertenecen a la esencia de Dios cuando se consideran de por sí, y los relativos pertenecen a la esencia de Dios cuando se consideran con relación a Su creación. “Por otra parte, esta es una distinción artificial, puesto que no tenemos la capacidad de hacer semejante determinación cuando, en realidad, todos los atributos se relacionan con Su creación”.2
Por atributos absolutos queremos significar “aquellas cualidades que se relacionan con el modo de existencia de Dios, en contraposición con los que se refieren a su modo de operación o de actividad. Debe concebirse, hasta donde sea posible, sin ninguna relación a lo creado. Son absolutos en el sentido que no están limitados por el tiempo ni por el espacio; son independientes de toda otra existencia, y perfectos en sí mismos.” Tienen su base en que Dios es, en sí mismo, un ser absoluto. Son atributos de un ser personal, y podemos enumerar los siguientes: existencia propia o independencia, inmutabilidad, eternidad, omnipresencia, omnisciencia y omnipotencia.
1. H. Orton Wiley y Paul T. Culbertson Introducción a la Teología Cristiana, p.102. 2. Charles C. Ryrie, Teología Básica, p. 40.

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